Tras noches de divagaciones y de estudios frustrados he llegado a la conclusión de que un charro no se hace sino que nace. Vamos, que la situación en el paritorio sería algo como esto:
- lo lamento señora pero acaba de tener un charrito (este se supone que es el médico)
- pero.... ¿cómo lo sabe? mi marido y yo hemos tenido todo el cuidado del mundo para evitarlo...
- pues verá, nada más salir tenía el pelo de punta gracias al líquido amniótico...
- ya, pero eso pasará también con otros niños ¿verdad?
- pero el suyo además se había dado mechas rubias, tenía un pendiente en la oreja, cuando me disponía a cortarle el cordón umbilical el me ha prestado su navaja de muelle...
- bueno pero....
- también cuando le he dado el azote para que respirara me ha amenazado con su navaja, me ha birlado mi rolex...
- pero eso puede indicar que esté mal educado, no que sea un charrito...
- no, lo lamento, la prueba concluyente es que al expulsar la placenta esta estaba tuneada con muchos altavoces por los cuales salía "regetón" y música de chimobayo (vaya gustos los del niño)
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Bueno, pues nada este es mi desvarío de la noche pasada, cumpliendo con los pedidos de cierta persona "amante de todos los charros" (no querías sangre pues aquí tienes toda la sangre del mundo, la de un parto)
pd: por lo que ya sabeis hacerlo con música de Barry White y nunca en un kia picanto tuneado que a ver cómo os sale el niño jajaja (dios, como se me va la pinza)
1 comentario:
Diossss me encanta... me encanta!!! es genial!
Aunque nada superará a mi clasificación de charros XD... :p
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